El 1 de enero de 2022 entró en vigor el Reglamento (UE) 2018/848: normas sobre producción ecológica y etiquetado de productos ecológicos, a continuación, vamos a analizar cuales son las principales novedades.
¿Cuál es el objetivo?
Revisar y reforzar las normas existentes en la Unión Europea (UE) relativas a la producción y etiquetado ecológico en lo relativo a:
Sistema de control.
Sistema de comercio.
Normas de producción.
Y en base a ello, propone:
Establecer unas condiciones de competencia equitativas para los operadores.
Armonizar y simplificar las normas.
Prevenir el fraude.
Aumentar la confianza de los consumidores en los productos ecológicos.
¿Cuáles son las principales novedades?
Se amplia el ámbito de aplicación para abarcar otros productos como el corcho, la sal, los aceites esenciales, el algodón o la lana.
Armoniza las normas aplicables a los operadores ecológicos de los Estados miembros de la UE y de terceros países.
Simplifica el acceso a los pequeños operadores.
Integra el ámbito medioambiental (preservación de la biodiversidad y la calidad del suelo) y el de la PAC (nuevos ecoesquemas en la “arquitectura verde”).
Se fomentan los circuitos cortos de distribución y las producciones locales en los territorios de la Unión, se refuerza el concepto de “producción ligada al suelo”.
Se establece un nuevo marco para el comercio con terceros países que, además de abordar por primera vez las exportaciones, establece el sistema de cumplimiento, garantizando que el producto a importar ha sido producido conforme a la normativa europea.
Principios
La producción ecológica deberá basarse en los siguientes principios:
Respetar los sistemas y los ciclos naturales y mantener y mejorar el estado del suelo, el agua y el aire.
Conservar los elementos del paisaje natural.
Utilizar la energía y los recursos naturales con responsabilidad.
Obtener una amplia variedad de productos de alta calidad para responder a la creciente demanda de los consumidores.
Garantizar la integridad en todas las etapas de los procesos de producción, transformación y distribución de los alimentos.
Excluir el uso de organismos modificados genéticamente (OMG) así como de los productos producidos a partir de los mismos.
Diseñar y gestionar los procesos biológicos utilizando métodos basados en la evaluación de riesgos y en la aplicación de medidas de precaución y preventivas.
Requisitos
La agricultura ecológica, entre otros, debe:
Mantener y mejorar la vida y la fertilidad natural del suelo, la estabilidad, la capacidad de retención de agua y la biodiversidad del suelo.
Usar semillas con alto grado de diversidad genética, resistencia a las enfermedades y longevidad, dentro de lo posible.
Elegir las variedades vegetales atendiendo a los sistemas específicos de producción ecológica y prestando especial atención a los resultados agronómicos y a la resistencia a las enfermedades.
Producción
Como se ha comentado anteriormente, una de las principales novedades es la integración del ámbito medioambiental, pero ello se deberán adoptar medidas que eviten los efectos adversos para el medio ambiente, entre ellas:
Medidas preventivas: en todas las etapas de producción, preparación y distribución para preservar la biodiversidad y la calidad del suelo y prevenir/controlar la aparición de plagas y enfermedades.
Medidas de precaución: a fin de evitar la contaminación con sustancias que no están autorizados.
Controles oficiales
El sistema de control se refuerza a través de unas medidas de precaución más estrictas y unos controles de la cadena de suministro basados en el riesgo.
Si un organismo de control sospecha que un operador intenta comercializar un producto no autorizado como «ecológico», deberá realizar una investigación oficial y prohibir temporalmente la comercialización de dicho producto hasta que se conozca el resultado de la investigación.
Para más información puedes consultar el reglamento completo aquí.
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