La agricultura actual no es igual que la agricultura de hace unos años, los cambios en nuestro entorno han obligado a la agricultura a adaptarse a ellos para la obtención de alimentos sanos, seguros, sostenibles y asequibles para todos.
1. Adaptación a los efectos provocados con por el cambio climático.
El cambio climático ha cambiado las condiciones ambientales para el desarrollo de las cosechas, dando lugar a unas condiciones más extremas que someten a las plantas a situaciones de estrés difíciles de superar sin la ayuda de bioestimulantes.
Las consecuencias negativas del cambio climático, también nos han obligado a modificar el enfoque hacia una agricultura más sostenible y respetuosa con el entorno, como muestra de nuestro compromiso con nuestro planeta, y es en esta línea en la que tendremos que seguir trabajando cada vez más en los próximos años.
2. Incremento de la población mundial.
Según estimaciones oficiales realizadas por la FAO, el incremento de la población mundial previsto de aquí al año 2050, supondrá un aumento del 50% en la demanda de alimentos de todo el planeta, por lo que tendremos que adaptarnos a producir más con menos recursos.
3. Relevo generacional.
Las explotaciones agrícolas de nuestro país son fundamentalmente de carácter familiar y actualmente existen limitaciones en el medio rural para muchos jóvenes. Según datos de AEPLA, el 31% de las explotaciones agrarias españolas son propiedad de personas mayores de 65 años, mientras que solo el 4% pertenecen a menores de 35 años. Es importante que garanticemos el relevo generacional para garantizar a su vez el futuro de la agricultura y la producción de alimentos. La agricultura es un sector aparentemente tradicional, pero, sin embargo, es de los más innovadores.
4. Uso responsable y eficiente de los recursos naturales.
Los factores comentados anteriormente: cambio climático con el consecuente incremento en la frecuencia de las condiciones climatológicas extremas y adversas para la agricultura, junto con el previsible incremento de la población mundial, nos lleva a la necesidad de realizar un uso más eficiente y responsable de los recursos naturales empleados como son el suelo agrícola, el agua de riego, los fertilizantes…; maximizando en lo posible su productividad sin olvidar el cuidado del entorno.
5. Digitalización del sector.
El avance de la agricultura hace necesario la mejora de las infraestructuras agrícolas y la incorporación de las nuevas tecnologías a todos los ámbitos del sector.
Se trata de nuevas tecnologías como el uso de drones y aplicaciones móviles para un mejor control de las tierras de cultivo, obteniendo información en tiempo real encontrándonos incluso a distancia del cultivo. Entre las ventajas del uso de estas nuevas tecnologías podemos encontrar un manejo más eficiente del agua mediante monitorización con sensores térmicos, información sobre el estado del suelo o detección temprana de enfermedades y plagas mediante el uso de drones.
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