La escasez de agua provocada por el cambio climático, la contaminación de recursos hídricos, el aumento de la población o el estrés hídrico, entre otros; ha llevado a una situación de incertidumbre entre los agricultores, siendo más urgente que nunca la búsqueda de soluciones rentables.
Un reciente estudio realizado por el centro RIKEN para la ciencia de los recursos sostenibles de Japón y publicado en la revista científica Plant and Cell Physiology, ha demostrado que el etanol es una forma práctica, segura y barata de proteger a las plantas, y con ello la producción de alimentos, cuando el agua es escasa.
Partiendo de la premisa de que las plantas producen etanol en ausencia de agua, estos científicos dedujeron que dárselo a las plantas podría protegerlas. Para probar dicha hipótesis, cultivaron plantas modelo, trigo y arroz durante dos semanas. Una parte de ellas se pretrataron con etanol al 3% durante 3 días y seguidamente se privaron de agua durante dos semanas, el resto de la muestra se trató con agua y luego se privó de la mima.
Tras 2 semanas, se observó que en torno a un 75% de las plantas tratadas con etanol sobrevivieron después de volver a regarlas, mientras que solo el 5% de las plantas no tratadas sobrevivieron.
Durante el ensayo se observó que después de la privación de agua, las hojas de las plantas tratadas con etanol cerraban sus estomas y aumentaban su temperatura, el resultado final fue que estas plantas habían retenido mayor cantidad de agua en sus hojas a los 11-12 días tras la privación.
También analizaron la expresión de los genes antes y después de la privación de agua, esto les permitió ver los procesos que se activaban durante la sequía y qué sucedía con el etanol después de ser absorbido por las raíces. Se vio que en las plantas tratadas con etanol, antes de la privación de agua, se empezaron a expresar genes que normalmente se expresan durante la privación de agua, lo que supone una ventaja de las plantas en la preparación frente a la falta de agua. También empezaron a realizar la fotosíntesis y a producir azúcares a partir del etanol, fuente de energía muy necesaria que normalmente es difícil de obtener con los estomas cerrados.
El estudio concluye que el aporte de etanol de forma exógena es una forma barata y fácil de aumentar el rendimiento y la productividad de los cultivos durante la sequía.
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