El clima es uno de los factores fundamentales a tener en cuenta para desarrollo de los cultivos. La lluvia y el frío son los elementos que normalmente se tienen en cuenta, sin embargo, el viento es otro componente que tiene incidencia directa e indirecta en la producción agrícola. Cuando el viento es suave puede producir efectos beneficiosos sobre nuestros cultivos, pero cuando sopla con intensidad puede causar daños muy graves.
Un viento suave produce las siguientes ventajas:
- Facilita la transpiración de las plantas, lo que permite la renovación del aire.
- Dispersa el polen en las especies cuyo agente polinizante es el viento.
- Evita las heladas nocturnas y las nieblas al mover las capas de aire frío situadas sobre el suelo.
- Ayuda al secado de las cosechas y de los suelos encharcados por su efecto de evaporación.
Por el contrario, velocidades elevadas de viento pueden provocar daños graves, entre ellos, podemos destacar:
- Daños mecánicos en cultivos y plantaciones.
- Caída de frutos y hojas.
- Disminución del crecimiento y desarrollo de la planta por la activación de sus mecanismos para hacer frente a esta situación de estrés a la que se ve sometida. Para ayudar a la planta a superar esta situación de estrés abiótico, en Tecnicrop disponemos de una amplia gama de bioestimulantes.
- Ruptura de ramas en los árboles, esto provoca heridas de lenta y difícil cicatrización.
- Dificultades en el riego por aspersión.
- Dificultades en la aplicación de productos fitosanitarios problemas de deriva hacia otras zonas y/o cultivos. Se recomienda hacer siempre las aplicaciones cuando no haya viento fuerte.
- Impedir el vuelo de los insectos polinizadores, siendo prácticamente impracticable con velocidades superiores a los 20 km/h.
- Pérdida de espesor de la capa fértil del suelo, al actuar como agente erosivo, pudiendo incluso dejar las raíces expuestas.
- Deposita partículas de polvo sobre las hojas, estas actúan como una barrera física para el intercambio de gases.
- Contribuye a la propagación de plagas y enfermedades como pulgones, oídio, mildiu…
- En caso de vientos cálidos y secos pueden llegar a provocar lo que se conoce como "golpe de calor", esto es un aumento de la evapotranspiración que hace que las raíces no sean capaces de compensar las pérdidas producidas. Otro efecto sería la aparición de quemaduras en las hojas y caída de frutos.
En todas las regiones de España encontramos episodios de fuertes vientos con cierta frecuencia, siendo los daños mecánicos sus consecuencias más usuales. La información del estado del tiempo en todas sus variantes, frío, calor, lluvia, humedad, rocío, viento, etc., es fundamental para poder adaptarnos a ellas y tomar las decisiones más adecuadas en campo.
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